“Salud Casa por Casa”, no será el programa de prevención más grande del mundo, sino una estrategia electorera y promoción política pagada con recursos públicos: Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados


“Salud Casa por Casa”, no será el programa de prevención más grande del mundo, sino una estrategia electorera y promoción política pagada con recursos públicos: Éctor Jaime Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados

 
* 5 mil millones de pesos del sector salud, que tanta falta hacen en los hospitales y la atención médica, se transfirieron a la Secretaría del Bienestar para que los servidores de la nación hagan promoción política casa por casa entre los adultos mayores y personas con discapacidad.

La presidenta prometió 20 mil médicos y personal de enfermería, no 20 mil promotores de Morena. En el Grupo Parlamentario del PAN exigiremos que los programas del sector salud sean coordinados por profesionales de la salud bien remunerados y cuenten con reglas claras. 

* Las “Farmacias del Bienestar”, que estarán vinculadas a este programa, al igual que la “megafarmacia” serán un fracaso que solamente servirá para desviar recursos públicos. No se garantizan las condiciones de seguridad y caducidad de los medicamentos. Y lo más preocupante, estos medicamentos terminarán en manos de los servidores de la nación, por lo que no hay certeza de que se respete la prescripción médica.  


Palacio Legislativo de San Lázaro, a 13 de junio de 2025.  

Consideramos un acierto la intención de llevar los servicios de salud a los hogares de personas enfermas, por ello, el Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados ha presentado modificaciones a la Ley General de Salud para darle certeza a este modelo de atención médica, garantizar la protección de la información personal y que sea una verdadera estrategia de salud que no se restrinja a ciertos grupos de la sociedad en los que Morena tiene interés electoral, pero se han negado, ya que solamente les interesan los votos. 

En ese sentido, hemos detectado elementos preocupantes en el diseño del programa “Salud Casa por Casa”. En primer lugar, nos preocupa que la implementación del programa "Salud Casa por Casa" se confíe a los servidores de la nación y que la Secretaría del Bienestar sea la responsable de su administración, manejando 5 mil millones de pesos que anteriormente estaban a cargo de las instituciones de salud como la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE. De esta forma, el gobierno federal cumple con dos de sus objetivos, por una parte, logra quitarle recursos al sector salud, y por otra, fortalece su operación electoral en territorio. 

Además, este ejército electoral de Morena, sin ninguna capacidad técnica y la certeza de que esté acompañado de profesionales de la salud, estará a cargo de realizar un censo sobre los antecedentes de salud de la población, recogiendo datos como historial de vacunación, enfermedades, estudios médicos, hábitos alimenticios, actividad física e incluso aspectos relacionados con la salud emocional.

Esto ya lo vivimos, durante las jornadas de vacunación de la pandemia de la COVID-19, los servidores de la nación se utilizaron como parte de los servicios de salud, y el resultado fue desastroso. En aquel entonces, las decisiones políticas prevalecieron sobre la salud pública, y la estrategia de vacunación se alineó a los intereses electorales de Morena.

La presidenta y la secretaria del Bienestar anunciaron la contratación de 20 mil profesionales de la salud, pero en realidad, no hay certeza de que efectivamente sean personal del sector salud, o simplemente promotores sin formación.

Y para los que sí son profesionales, tampoco hay certeza de que les estén pagando lo justo y que tengan certidumbre laboral, organizaciones como la Asamblea Nacional de Trabajadores de la Salud han denunciado que se está registrando a médicos como voluntarios en lugar de contratarlos, principalmente a recién egresados con muchas necesidades económicas. Y los profesionales que ya están laborando denuncian retrasos en sus pagos, ellos pagan sus traslados, y carecen del equipo médico para trabajar. 

Otro problema es la distribución, ¿cómo van a enviar los medicamentos y las vacunas a cada municipio del país?, si este gobierno ha sido un fracaso con Birmex, las vacunas se les han caducado y los medicamentos no están llegando a los pacientes. El sector salud requiere soluciones profundas, no adoctrinamiento político disfrazado de servicios de salud. 

Además, anunciaron que las “Farmacias del Bienestar” estarán vinculadas a este programa. Al igual que la “megafarmacia”, serán un fracaso que solamente servirá para desviar recursos públicos. Por ejemplo, dicen que utilizarán las Tiendas del Bienestar para almacenamiento, donde no se garantizan las condiciones de seguridad y caducidad. Y lo más preocupante, estos medicamentos terminarán en manos de los servidores de la nación, por lo que no hay certeza de que se respete la prescripción médica, o su uso lícito. 

Además, también anunciaron que operarán afuera de los centros de salud del IMSS, IMSS-Bienestar y el ISSSTE, instituciones que ya tienen almacenes y farmacias que operan en mejores condiciones. Posiblemente, sacarán los medicamentos de los almacenes actuales y los mandarán a las “Farmacias del Bienestar” para simular resultados. Lo mismo hicieron con la "megafarmacia" y la consecuencia fue una mayor complejidad operativa que originó desabasto para los pacientes.

Resulta también contradictorio que el gobierno quiera conformar un censo de “Salud y Bienestar”, cuando durante toda la administración anterior se negaron a contar con un registro de pacientes con cáncer, enfermedades raras o enfermedades renales, e incluso, hubo un retroceso en los registros y planeación de la vacunación infantil. Esto parece más un intento de establecer una base de clientela electoral que un esfuerzo real para abordar las necesidades de salud en México.

En el PAN, vamos a exigir que realmente se contrate a médicos, personal de enfermería, especialistas, psicólogos y trabajadores sociales y que sean ellos los que garanticen la atención médica casa por casa.

Por ello, presentamos una reforma a la Ley General de Salud para regularizar el programa “Salud Casa por Casa”, estamos proponiendo que la Secretaría de Salud, en coordinación con el Consejo de Salubridad General, sea la responsable de establecer regulaciones para la atención domiciliaria, incluyendo los requisitos de certificación para los proveedores, los mecanismos de supervisión y evaluación, así como normas sobre el consentimiento informado y la protección de datos personales de los pacientes. Esto asegurará que los servicios ofrecidos sean de la más alta calidad y que se protejan los derechos de los pacientes.